martes, 1 de septiembre de 2015

Expertos recomiendan dejar de contar calorías y conocer mejor el valor nutricional de los alimentos para promover la salud

( extraido de http://www.alimentacionsaludable.es/noticias/noticia.asp?id=215 )

La revista americana Open Heart dedicada a la publicación de investigaciones relacionadas con la salud cardiovascular abrió el mes de julio con un interesante editorial que invita a reflexionar. 


Un nuevo editorial publicado en la revista Open Heart firmado por cardiólogos y epidemiólogos de Reino Unido y EE.UU. pone el acento del debate de la promoción de la salud en la necesidad de promover el aspecto positivo de las propiedades saludables de los alimentos en vez del aspecto negativo de la cantidad de calorías de los mismos.
A pesar de que las enfermedades cardiovasculares se desarrollan durante largos periodos de tiempo dando la cara a partir de los 50 años, pequeños cambios en el estilo de vida en cualquier momento suponen una mejora visible en muy corto espacio de tiempo. El ejemplo más claro es el abandono del tabaco, pero tal como remarcan estos expertos, también el realizar pequeños cambios en la dieta que no tienen que pasar por comer la mitad de lo que comíamos, sino por cambiar determinados alimentos sustituyéndolos por aquellos con propiedades protectoras para el corazón. Y esto es observable tanto a nivel individual como a nivel poblacional.
A modo de ejemplo, sólo con aumentar el contenido de ácidos grasos omega 3 comiendo más pescado azul, nueces y usando aceite de oliva virgen extra para cocinar, se reduce la muerte por todas las causas y más aún por accidente cardio- o cerebro-vascular tal como han demostrado múltiples estudios sobre la dieta mediterránea.  
Las últimas décadas, sobre todo al comienzo de constatarse la epidemia de obesidad, la comunidad sanitaria dedicó demasiada atención y tiempo al control calórico de las dietas de sus pacientes con el fin de reducir o mantener el peso de los mismos a lo considerado ideal para su estatura y edad.
Estos expertos ponen un ejemplo claro que apoya su idea y es que el consumo de una bebida diaria azucarada aporta 150 calorías cada día pero numerosos estudios asocian su consumo diario con un aumento significativo del riesgo de diabetes tipo 2. Sin embargo, el consumo diario de un puñado de frutos secos (nueces, almendras y avellanas) o cuatro cucharadas de virgen extra el aceite de oliva, aportaría cuantitativamente más calorías pero se asocia con una reducción significativa del riesgo de ataque cardíaco y accidente cerebrovascular. Según describen los epidemiólogos estadounidenses, se estima que si todo el mundo consumiera dos porciones de frutos secos a la semana, se podrían evitar 90.000 muertes por enfermedades cardiovasculares.
Los autores mencionan también otro estudio conocido como “Action for Health in Diabetes trial” en el que se trató a personas con diabetes mediante una dieta baja en calorías y aumento del ejercicio físico. Tras más de 13 años de seguimiento de la salud de estos pacientes se concluyó que, a pesar de la significativa bajada de peso, las personas diabéticas no habían reducido su riesgo de padecer una enfermedad vascular.
Por todo ello, es indispensable que todos los promotores de salud, tanto médicos, enfermeros, nutricionistas, como también los organismos sociales y gubernamentales, cambien el foco de sus campañas de las calorías enseñando a pacientes y población general a conocer y valorar los beneficios para la salud de los alimentos y de su combinación de forma que los elijan preferentemente en vez de estigmatizar otros alimentos por su contenido calórico, lo que según su opinión, ayudaría sustancialmente a reducir la obesidad y sus enfermedades asociadas.
Según detallan los autores, la evidencia apoya la idea de que la mala alimentación tiene más responsabilidad en el desarrollo de estas enfermedades que la inactividad física, el tabaco y el alcohol juntos. Dado que la epidemia de obesidad le cuesta al estado inglés más de millones de libras anuales, a los que se deben añadir los 20 millones relacionados con la diabetes y se prevé que se duplique en los próximos 20 años. Similares gastos representan para los demás sistemas de salud del resto de países, por lo que políticas que inviertan en educación nutricional, así como subvenciones a los alimentos saludables como frutas, verduras, pescado, frutos secos, aceite de oliva, etc., saldría rentable a largo plazo.
 
Referencia: Malhotra et al. It is time to stop counting calories, and time instead to promote dietary changes that substantially and rapidly reduce cardiovascular morbidity and mortality. Open Heart, 2015; 2: e000273.

miércoles, 26 de agosto de 2015

Aguacate, excepcional alimento que no engorda

(artículo sacado de http://loquedicelacienciaparadelgazar.blogspot.com.es )

Cuando se diseña una dieta para la pérdida de peso los alimentos muy grasos (y por lo tanto, calóricos) suelen estar en la lista de indeseados o, al menos, en la de "comer con mucha moderación". Después de todo, muchas grasas significan muchas calorías. Pero en varios artículos ya hemos comprobado que este razonamiento no siempre es acertado. Por ejemplo, vimos que los estudios no han podido encontrar correlación entre los frutos secos y el sobrepeso, ya que hay otros factores de su composición que acaban compensando de forma favorable su aporte energético.

El aguacate es otro de estos alimentos atípicos. En varios sentidos. En primer lugar porque es una de las pocas frutas en cuya composición nutricional el macronutriente principal es la grasa, en lugar de los habituales carbohidratos, lo que le confiere una elevada densidad energética, de casi 700 kJ (160 kilocalorías) por cien gramos. La mayor parte se trata de grasa monoinsaturada, por lo que su efecto sobre la salud está fuera de toda sospecha y la excepcional cantidad de micronutrientes (vitaminas y minerales) y fibra que también aporta es sobradamente conocida. Pero lo cierto es que, a pesar de los elogios de los que suele venir acompañado, también se suele recomendar ingerir con moderación en procesos de pérdida de peso, a causa de las comentadas calorías que le acompañan.



Como hasta la fecha no había demasiada evidencia significativa sobre su relación con la obesidad, poco se podía añadir al respecto, pero afortunadamente, esa evidencia empieza a ver la luz. Se acaba de publicar el estudio  "Avocado consumption is associated with better diet quality and nutrient intake, and lower metabolic syndrome risk in US adults: Results from the National Health and Nutrition Examination Survey (NHANES) 2001--2008" , en el que con los datos de NHANES (National Health and Nutrition Examination Survey) han analizado la relación entre diversos indicadores y esta sabrosa fruta, mediante la observación de más de 17.000 personas durante ocho años.

Con todas las precauciones que hay que tener ante un solo estudio observacional, los resultados son claramente positivos. Indican que aquellas personas que más aguacate comen, presentan una dieta mejor, con más nutrientes, menos riesgo de síndrome metabólico y menor peso. Sí, menor peso, a pesar de todas sus calorías.

Así que ya sabe, por el momento puede incorporarlo sin miedo a sus comidas. Si dedica un poco de tiempo a buscar recetas en internet le sorprenderá la cantidad de deliciosas formas en la que puede tomarlo.

lunes, 1 de junio de 2015

El futuro de la alimentación

Merece la pena ver este video de 14 minutos sin desperdicio, nuestro compañero Aitor Sánchez García de " Mi dieta Cojea " nos explica la importancia de la alimentación en nuestras vidas y cultura.


viernes, 15 de mayo de 2015

SANIDAD DESNUTRIDA- Técnicos y Diplomados. por Lucía Martínez

http://www.dimequecomes.com/2015/05/yosoydsp-yosoytsd-yosoydn.html

Párrafo hacia el colegio de Nutricionistas (TSD: Técnico Superior en Dietética y DN: dietista nutricionista):

El "problema" que tenéis con los TSD, hacéroslo mirar. Se llama "complejo", creo. Sabemos que las competencias son muy, muy parecidas. Pero no es culpa de los TSD. Luchad por igualar para arriba, no para abajo. Luchad por más competencias para vosotros (¿nosotros?) no por hundirlos a ellos ni porque desaparezcan. Que aunque se extinga el título, los TSD vamos a estar ahí hasta que se jubile el último, ¡¡qué no ganáis nada!!.

La realidad es que la mayoría de TSD podemos plantar cara sin mayor problema a un DN en lo laboral, porque estamos (en general) muy bien formados, de hecho en la práctica mejor que muchos DN recién egresados. Y porque la formación universitaria en NHyD es bastante mala (en general, de nuevo) y a la hora de la verdad no hay tanta diferencia en conocimientos y habilidades. Os puede joder en el alma, pero la realidad es esta.

Se contratan técnicos, no porque sean más baratos, si no porque sacan el trabajo IGUAL en la mayoría de casos. Que las empresas no son tontas, la administración tampoco, no van a pagar una miseria menos por alguien que no puede hacer el trabajo o que lo hace mal. Asumidlo, los TSD valen, controlan, curran bien.

Si os queréis distanciar de ellos, luchad por vuestra (¿nuestra?) excelencia, exigid mejor formación, pedid cambios legislativos pero que os "suban" a vosotros, no que nos anulen a nosotros. Y yo lo apoyaré. Pero mientras la lucha sea dar mensajes sesgados sobre los TSD ("necesitan supervisión" majos, leeros las competencias de autonomía del RD y llorad), ignorarlos, desprestigiarlos, mandarles cartas certificadas de intrusismo y no apoyar una manifestación nacional porque no queréis haceros la foto con ellos, mientras eso pase yo os seguiré llamando poco elegantes. Porque me da vergüenza ajena.

Los DN no sois (¿somos?) así. No permitais que lo sean vuestras instituciones.

jueves, 14 de mayo de 2015

La dieta no es sólo lo que comemos


Ilustración: RAÚL ARIAS
Ilustración: RAÚL ARIAS



La salud y la enfermedad han sido preocupación constante del ser humano a través del tiempo y el espacio. La historia nos revela que, en un principio, el mantenimiento de la salud y la recuperación de la enfermedad era un atributo de los dioses. Con el tiempo, cada cultura desarrolló sus propios intermediarios (ej., druidas, brujos, hechiceros, chamanes) entre los dioses y los pacientes, proporcionando remedios que unían la espiritualidad, la magia con la física y la química. Hoy en día, la medicina que predomina es la química y como parte de esa química está la nutrición.
Probablemente no haya habido ningún momento en la historia en el que se haya hablado más, a nivel popular, de la relación entre nutrición y salud. Esto ha dado lugar a cantidad de mitos nutricionales y soluciones milagrosas que rivalizan en atrevimiento, pero quizá no en efectividad, a las de los magos y brujos de antaño. Las dietas milagrosas no son, por lo tanto, un producto del siglo XXI. De hecho, tuvieron un auge en la segunda mitad del siglo XIX y muchas de las dietas propuestas hoy en día no son más que regurgitaciones de las que hace varias generaciones ya captaron la atención de nuestros antepasados. En resumen, siempre ha habido dietas milagrosas, y consecuentemente, nunca las ha habido, ya que ninguna ha sobrevivido la prueba del tiempo, y al igual que las modas, las dietas aparecen, desaparecen, y vuelven a aparecer cuando ya nadie se acuerda de sus reencarnaciones anteriores.
Paradójicamente, este fenómeno de las dietas milagrosas y el mantenimiento de ciertos mitos ha ocurrido en el contexto de grandes avances en la investigación relacionada con la salud y, lamentablemente, en algunos casos, debido precisamente a que algunas de esas investigaciones han ido temporalmente por el camino equivocado o debido al aprovechamiento equivocado e indebido por parte de algunos charlatanes de dichos avances científicos.
La realidad es que las recomendaciones nutricionales que las sociedades médicas proponen hoy en día para el mantenimiento de la salud no difieren sustancialmente de aquellas que hace milenios propusieron los padres de la medicina moderna, bien sea en Egipto, en la India, en la China o en el Mediterráneo. Además, hemos de tener siempre presente que la nutrición es un componente más de la vida saludable. Por ello, hemos de tener presente e implementar el significado etimológico de la palabra dieta que connota estilo de vida. En relación a la nutrición, estas investigaciones de las que hablaba han venido a corroborar muchas de las tradiciones populares, al demostrar que no solamente es importante lo que comemos y cuánto comemos, sino también, cómo, cuándo, dónde y con quién lo hacemos.
Si tuviera que definir qué hay realmente nuevo bajo el sol en lo que se refiere a la nutrición y la salud, me inclinaría primero por la transición del empirismo al conocimiento de los mecanismos por los cuales determinados alimentos favorecen más o menos a nuestra salud, y segundo, la capacidad cada vez más cercana y real de predecir qué alimentos y en qué proporción son los que van a ser más efectivos en cada uno de nosotros. Es decir, la personalización basada en el genoma y que en el futuro implicará también conocimientos relacionados con la epigenética y la microbiota, entre otros. Mientras esperamos a que estas novedades alcancen la madurez y solidez para que sean parte de nuestra vida diaria, tomemos las riendas responsablemente de nuestra propia salud. Seamos conscientes mediante la observación de aquellos alimentos o hábitos que nos hacen sentir mejor o peor, potenciemos los primeros y limitemos los segundos y no adoptemos cambios bruscos sin consultar con los profesionales de la salud. Con respecto a ese segmento cada vez más grande de la población, que se preocupa por el aumento de peso, recordemos que éste no ocurre por accidente, sino que lo trabajamos día a día, así que utilizar la balanza frecuentemente puede ser la mejor arma preventiva y un buen incentivo para corregir nuestras desviaciones antes de que sea demasiado tarde.

*José María Ordovás es director del laboratorio de Nutrición y Genómica del USDA-Human Nutrition Research Center on Aging de la Universidad de Tufts (EEUU), profesor de Nutrición y Genética, director científico del Instituto Madrileño de Estudios Avanzados en Alimentación (IMDEA) e investigador colaborador senior en el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (Madrid).

domingo, 10 de mayo de 2015

Presentación

Hola amigos,

Hoy decidí crear este blog para poder estar en contacto con todos aquellos interesados en la salud y más concretamente en la alimentación, algo crucial en nuestras vidas desde el primer momento y que, si ponemos un poco de nuestra parte, podemos conseguir que sea una herramienta útil para mantenernos jóvenes y activos siempre.

Como dietista voy a tratar de ayudar a quienes estén dispuestos a aprender a comer y a hacer de ello una forma de vida. El objetivo final es que cada uno de vosotros sepáis valorar los alimentos que el mercado ofrece y aprendáis a usarlos en su oportuna ocasión. No hay dietas milagrosas ni productos mágicos, por ello necesitáis que una profesional os ayude en el proceso y os guíe para mejorar. El camino no ha hecho más que empezar...¿ te apuntas ?

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